Soissons, Francia, 2011
-- ¿Y a esta iglesia qué le pasó, la destruyeron en la Primera Guerra? -- No, después de la Revolución Francesa fueron vendiendo las piedras. -- ¡¿Qué?! Hasta donde llega la tontería humana. -- A mí me gusta así, es diferente. -- Bueno, la verdad es que le da un toque exótico; completa sería una catedral gótica cualquiera. -- Justamente, si usted supiera la cantidad de turistas que vienen a verla. -- Es algo así como la Gioconda con bigotes de Duchamp, sólo que diferente. -- ¿Perdón? -- O la propaganda de jeans con el David como modelo. -- No le entiendo. -- Que si uno lo ve con humor la cosa funciona, ¿no? Aquello de desmadrar lo sagrado por pura estupidez. Esta es una catedral de fachada, como la escenografía de una película, sólo que en vez de estar hecha de cartón sigue siendo de piedra. Se le puede dar vueltas a la idea de una iglesia que es sólo fachada. -- Yo lo decía por otra cosa, a mí me parece romántica, como salida de una pintura del XIX. -- Sería mejor entonces quitar el parquecito y dejar crecer el monte, o el bosque, mejor. -- Ese justamente es un proyecto que se está discutiendo en la Mairie, convertir la zona en reserva natural y traer ciervos y lobos. -- ¿Y la gente del pueblo está de acuerdo? -- Tendrán que acostumbrarse o irse a otro sitio; de todas formas el pueblo se está quedando vacío de franceses. Para el año 2077 se espera que la única francesa, y eso es un decir, porque su madre nació en Portugal, que vivirá en el pueblo, es la hija de la conserje de la residencia que usted ve allá a la derecha. -- ¿Y no harán nada para evitar que se vacíe el pueblo? -- No, a mí me gustaría más así, sería romántico; un pueblo fantasma, como salido de una pintura del XIX. -- O como si hubiera pasado la peste. -- Eso, romántico, no como ahora, lleno de árabes y de africanos |
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