domingo, 21 de agosto de 2011

008

Champagne, Francia, 2010

Es como si se hubieran quedado pensando en pasado. Como si de su lengua hubieran desaparecido, por desuso, los tiempos del presente y, mucho más, los del futuro. Al final, quizá tienen razón, todo lo sentido ya pasó, lo pensado, acaba de irse. Hace más, o menos tiempo, pero desde el momento en que nos damos cuenta de algo es porque ya fue.
Y según esa ley viven; cultivan sus uvas, preparan su vino, lo convierten en champaña, vendida a los mismos comerciantes que se la llevaron el año anterior.
Una curiosidad: los sembradíos no tienen cercas, no están protegidos; para qué si, de todos modos, no va a pasar nada. Todo lo que pasa es inevitable e irremediable, como ocurre siempre, con todas las cosas, que son parte del pasado.

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