jueves, 10 de marzo de 2011

el fruto de una larga experiencia (base)

  1  Interior de una vivienda pobre latinoamericana en la que convive un televisor de pantalla plana, muebles costosos de gusto dudoso, una cocina desvencijada y un baño a punto de romperse (luz de día).  La Sra. B., Marisela.  Utilizando su teléfono móvil como si fuera un micrófono la Sra. B. se pasea por el escenario; camina entre los muebles cantando “Coco Loco” de Lila Morillo. Al terminar, comienza un diálogo cargado de doble sentido que acaba llevando a una conversación de línea caliente. Cuando el asunto está por alcanzar su clímax, entra Marisela. La Sra. B., evidentemente molesta, critica la forma de vestir de su hija Marisela, “de puta”. Marisela enciende el televisor, su madre le prohíbe ponerle sonido, la chica mueve los brazos y baila siguiendo una emisión de Xuxa. La Sra. B. recibe una llamada telefónica; organiza el vandalismo del puesto de un competidor en el mercado mayorista. Le dice a Marisela que ya viene y le quita el control del TV. Al salir, corta la electricidad y cierra la puerta con llave.    2  El mismo escenario (luz de noche).  Marisela. La Sra. B. y Santos  Marisela, sola y aburrida, se dedica a revisar los armarios. Salen a la luz todo tipo de objetos, desde granadas de mano hasta artesanías precolombinas. Con algunos objetos Marisela narra una breve historia del submundo latinoamericano. De un gorro de Mickey Mouse viene la historia de un entrenador de boxeo que pasó droga a Miami. Las granadas de mano vienen de un militar que participó en un golpe militar y luego cambió de bando; recibió dinero de ambas partes. Entran la Sra. B. y Santos; éste queda evidentemente impresionado con Marisela y le busca conversación. La Sra. B. despacha a su hija fuera de la casa y se queda sola con Santos, que comienza un elogio de los microcréditos como solución a todos los males del tercer mundo. Mientras tanto, la Sra. B. pone música romántica (puede ser un bolero sufrido) y todo queda a media luz. Interrumpe a Santos preguntándole dónde hay que firmar para que le den el microcrédito. Firman. Se van a la cama, apagan la luz, por un diálogo a oscuras se entiende que Santos no es capaz de hacer el amor con la Sra. B.    3  El mismo escenario (luz de mañana).  La Sra. B. y Santos. Marisela  El teléfono de la Sra. B. suena. La conversación gira alrededor del vandalismo previsto para la noche anterior; entre líneas se entiende que ha habido un muerto. La Sra. B. se viste y sale nerviosa de la casa. Santos se levanta y, mientras busca cómo prepararse un café, entra Marisela. Ella le pregunta dónde está su mamá y luego si puede ver el TV sin volumen. De nuevo baila con una emisión de Xuxa mientras Santos la mira. Santos le dice a Marisela que podría ser famosa; cuando capta su atención, le narra una vida de top model en un París ficticio, le asegura que él la puede ayudar. Marisela está encantada. Santos le dice que necesita hacerle una sesión de fotografías para enviárselas al agente de las grandes modelos, amigo suyo. Marisela acepta feliz. Santos dice que va a buscar su cámara, que ya regresa. Sale. Marisela vuelve a bailar con Xuxa, ahora con el sonido muy fuerte. Entra la Sra. B. Ma risela corre aterrada a quitar el sonido del TV. La Sra. B., ocupada con sus asuntos por el teléfono, ni la mira. Cuando la Sra. B. termina de hablar Marisela le cuenta su versión de lo que le ha dicho Santos. La Sra. B. la interroga. Por otra llamada telefónica sabemos que la policía está buscando a la Sra. B. La Sra. B. sale y, como el día anterior, corta la electricidad aunque no cierra con llave.    4  El mismo escenario (luz de día).  Marisela, Santos. La Sra. B.  Santos entra con una cámara fotográfica. Arregla “el escenario” para la sesión. A medida que avanza con las fotos, le va pidiendo a Marisela que se quite la ropa. Cuando ya está desnuda, la hace posar en la cama. Santos se viene sobre ella.  Entra la Sra. B. Marisela y Santos se visten apurados. La Sra. B., fríamente, extorsiona a Santos frente a Marisela. Este acaba aceptando pagar y llevarse a Marisela a Francia. Le da a la Sra. B. todo el dinero que tiene encima. La Sra. B. hace un par de llamadas. Le dice a Santos que tendrán una cena esa noche para celebrar la “unión” y el quince años de Marisela. Cuando suena la puerta y la Sra. B. comprueba que es la persona correcta, sale Santos. La Sra. B., por el teléfono, dice que ya tiene una parte del dinero que necesita para sobornar a la policía y que va a encontrar más, mucho más.     5  El mismo escenario (luz de noche).  La Sra. B. Marisela. Santos. Voz de hombre  En la oscuridad, ruidos y reflejos de trabajos de herrería. Al encenderse la luz todo el interior de la vivienda está enrejado. Marisela y la Sra. B. están adentro, el Tv, protegido por una caja plástica, esta del otro lado de la reja.  Marisela y la Sra B. están sentadas, tensas y silenciosas, vestidas de fiesta. Marisela de blanco, la Sra. B. de negro. Suena la puerta, la voz de un hombre, diciendo que viene con el gringo. La Sra B. abre la puerta. Santos pasa. La Sra. B., hablando con el hombre que ha quedado afuera (y no se ve), le pregunta si ya probó que funcionen las claves y las tarjetas de Santos. Sí. La Sra. B. cierra la puerta y con un florido discurso felicita a Santos y a Marisela por la vida de felicidad que les espera, hablando de éxitos y maravillas en París; Marisela está contenta, Santos silencioso. La Sra. B. abre una botella de cidra para celebrar. Celebran. Entonces le dice a Santos que puede besar a la novia y, mientras éste lo hace, la Sra. B. sale, cierra la puerta con llave, y en vez de cortar la electricidad, se acciona el Tv gigante con un discurso de Hugo Chávez en uno de sus momentos más esquizofrénicos. Marisela y Santos intentan salir, no pueden. Intentan apagar el Tv, tampoco. Mientras buscan la forma de destruir el aparato, Hugo Chávez canta y grita, furibundo, como un loco. 

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